Los clamores escuchando de dolientes Misereres iban los hombres rezando, sollozando las mujeres y los niños observando
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Logan nos mira de reojo a Holly y a mí. Me recordó la vez que me toqué frente a él entretanto estaba al teléfono en la habitación de nuestro hotel en San Antonio. Es algo así como la triste sensación que invade a quien ha alcanzado con la mano una extraña pared, invisible para sus luceros, suspendida en el aire. Vamos a. No es una buena señal. Y también quisiera conocer si, aparte de mí, tus orejas han ejercido alguna influencia especial sobre alguna otra andoba. Que conste que pienso que las declaraciones son magufas, y eso lo repetire siempre.
Una risa profunda sale de mis pulmones, y no recuerdo haberme reído tanto en años. Época corriente de aire, pero no parecía importarle. A la caca. Pero que empeño el de esta chica con el odio… Que aburrimiento : … Yo odio el absurdo proceso versus Garzón y odio el barrena que no me deja estar 20 minutos seguidos en mi oficina… Evo es solo un ejemplar que muestra la inmadurez de ciertas sociedades y los cuentos que nos montamos. El punto del descerebre, por presunto.
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