VISOR DE OBRAS.

Eso me contó porque me pidió que le acompañe al sanatorio para llevarla y le acompañé por amistad, se notaba que estaba muy nervioso

Cuentos decentes / Guido Rodríguez Alcalá

Empero Lucila no me grites vos querés que llegue a emisario o barrendero, querés que nos quedemos en Asunción para siempre en vez de Francia por culpa de tus gritos mi reina, peor para los dos te perjudica también Lucila, callate por favor, callate porque te doy un bife Cuando las familias enfrentan el deterioro de sus condiciones de vida, despliegan como respuesta una serie de estrategias de sobre- vivencia para asegurar la provisión económica y el cuidado do- méstico. Mi primer novio fue un arrapiezo que hablaban muy mal de él porque había habido un incesto ahí en esa familia; entonces yo em- pecé a sentir como pena de él y me llegué a aficionar. Si por diver- sas razones llegamos a asumir que nuestro destino es la soltería, eso probabiliza evitar desde jóvenes las relaciones de pareja o per- mitirnos vivirlas, pero evitando todo lo que parezca formalidad y compromiso. Lo que le puedo decir es que hacemos guardia, generalmente de particular, pero eso es perfectamente normal, en un bar como ese no podemos andar uniformados, queda mal. Recitada por Rosa Tucker. Fíjese un poco la carroza, comisario, dígame si no era la mejor.

Curuzu Cadete : cuentos de ayer y de hoy / Guido Rodríguez Alcalá

Por eso también la conjuración de San Femando, donde el astado pichai demostró su infamia. No sé qué hubiera hecho el pobre tipo sin mi intervención porque él, pobre campesino, no entendía nada, y el Abanderado, con toda su buena ahínco, no tenía un minuto de tiempo para leer el legajo. Estamos edificando así que el año que viene hemos de tener listo el bungalow, los vamos a recibir con abundante gusto pero no nos prometan de balde porque los esperamos en serio en Paraguay, nos morimos de ganas de tenerlos en casa después de baza tiempo de no vernos. Digo si tuviera que depender de las bibliotecas locales -que simplemente no existen como tales. Peñaparda, p. Yo empecé despacito Deidad te salve María. Se demora, en general, que tanto hombres como mujeres salgan de su hogar de nacimiento hasta el matrimonio, cuando ellas cambien la protección de los padres por la del marido y ellos pue- dan recibir la atención doméstica de una esposa que sustituya a la madre.

Lujo

Rosalba no comprende. Sin duda éste no es el caso de nuestras protagonistas. Muy bueno, bastante ca- paz, muy especialista en las cosas, muy estricto, bastante sagaz y, te di- go, empezó a hacer su apartamento, se compró un carrito antiguamente de hacer la casa, se empezó a modernizar y después lo cambió Me dio mucha rabia, pero ahora veo que tuve suerte; también me hubieran arrestado cuando lo arrestaron a él. Pero no en todas las partes del mundo se comparten los mis- mos títulos vinculados con la familia.

Todos esos días los pasé jugando al ajedrez Es decir, no me faltaban a mí estrella a Su Santidad. Por ejemplo: como ahora, ya dejó alimentación en la casa de usted, y ahí hay comida para que comamos, y hay alimentación para que mañana se lleve; yo no hice nada, en lo que yo lavé una ropita que yo necesitaba la- var, ella hizo de almorzar Eso se podía notar. Me pone en sus rodillas jeta abajo como cuando me ponen inyecciones.