Isabelle Gagnon, Chantale Trottier

Cantata y fuga
Karmelo C. Deseaba agradarle. Ambos llevaban gafas de aviador, y el postrer sol de la tarde arrancaba reflejos anaranjados de sus cristales. Un rostro humano me devolvió la mirada. Yo había conseguido deslizar la mano entre los barrotes de la alambrada y noté cómo loa actriz me rozaba con sus uñas de chica destinada a desayunar en el Tiffany cruasanes con diamantes. Los recuerdos de Gabby se reproducían en mi intelecto. Se lo dije y me mandó a la mierda, a mí, que me lo déficit todo. Como ansiaba retenerla le dije imitando su lenguaje:. Estoy enamorada de otro, dijo.

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